sábado, 12 de diciembre de 2015

Persona sin cuerpo, mente sin rol, personaje para todos, auténtica voluntad de dinamismo: Chispillatrónik, una charla


Persona sin cuerpo, mente sin rol, personaje para todos, auténtica voluntad de dinamismo: Chispillatrónik, una charla


Entrevista realizada con el pretexto del iconoclasta II Festival de Videoarte Mutoscopio: Serie de entrevistas parte II



No preguntes quién es Chispillatrónik. Más que una serie de datos cronotópicos o una retahíla de escalones en el circuito de la meritocracia académica, lo más astuto que puedes hacer es echarte un clavado en sus ideas, que en el mar la vida es más sabrosa. Y más si es el mar sicodélico de Chispillatrónik, donde encontrarás un sinfín de artefactos desconocidos, alucinantes y hasta monstruosos, vivos, al parecer generados por mero capricho. Pero no te engañes, que ni hay capricho ni son desconocidos, que el mar de la inconsciencia está lleno de conocimiento y de amor.

Culturofilia: ¿Quién o, más bien, qué es Chispillatrónik? -pregunto con tiento, pero también contento.

Un personaje
Chispillatrónik, echando chispas de colores como una feria de tu infancia que habías olvidado que habías olvidado: Bueno, Chispillatrónik es un instrumento para hacer: obra, pedagogía, trabajo en el lenguaje visual y/o sonoro. Pero más que eso, Chispillatrónik es la emancipación del género que alguna vez me dijeron que tenía y que nunca acepté del todo... No, más bien es una botarga, un chiste.

C: ¿Por qué? -pregunto ahora con profundo interés, ya con media cintura metida en la marea suave y verdosa.

Ch: Es un personaje necesario para hacer contacto, para buscar coincidencias con la gente -y aquí le brillan los ojos, y no sé si es ternura o malicia lo que veo, o las dos-. Es un personaje porque la persona tiene un nombre y tiene un "yo", y eso estorba.

C: ¿Y qué hace este personaje, a qué se dedica?

Ch: ¡Pues a vivir! ¿Qué más? -me mira como una amiga, aunque esta es nuestra primera charla.

C: No, no -digo apenado-, cuáles son sus áreas de trabajo, digamos, más terrestres...

Ch: Ah, pues ahora se dedica a la pedagogía y la educación, a generar expresiones, pues artísticas, y a la investigación.

C: Suena bien.

Ch: Sí, enseña en tres universidades diferentes sobre comunicación y medios audiovisuales, pues su formación es en comunicación y radio. Entonces, se dedica a cuestiones culturales en general, pero se enfoca mucho en lo joven, en los jóvenes.


C: ¿Y tu, digo, perdón, su obra?

Ch: Bueno, pues siempre ha sido de cuestionamiento audiovisual, mucho de fotografía. Soy muy inquieta -el personaje emerge plenamente-, me he dedicado a los viajes siempre, al desplazamiento físico y de identidad; primero fueron los trayectos, etnografías visuales, ahora son los desplazamientos de género, sexuales, me dedico a indagar el cuerpo -esta vez la Chispilla es ya una Chispa-. La cámara, la cámara también tiene que ver con el cuerpo, es una prótesis, una extensión, y ya es para todos una herramienta cotidiana que, junto con los nuevos medios, ha generado un enfoque en las narrativas más locales, sirven para cuestionar las grandes narrativas.

C: ¿Y ese mundo "reluciente" que es la academia?

Ch: ¡Bueno! -sonríe con los labios y con los ojos, algo muy de Chispillatrónik- Hay tesis entregada de Doctorado, ¡uuuuh! -se nota en sus gestos que el trabajo fue una odisea-, en Arte y Educación en la Universidad de Barcelona.

C: ¿Y qué tal por allá?

Ch: Muy interesante, pero necesitaba regresar aquí. Allá hubo muchísima formación y aprendizaje, pero también me sirvió para que se cayeran muchos paradigmas.

C: ¿Qué paradigmas se cayeron?


Ch: Fueron muchos. Está la cuestión de los colonialismos que aún existen, incluso en lo teórico: hace falta pensarnos desde aquí. También están los paradigmas de los roles sexuales y los feminismos. Me he ido encontrando con otras propuestas, el posfeminismo, el poshumanismo, que buscan derrumbar los roles, no hacer diferencias de tipo alguno. Se trata de encontrar los espacios en donde hacemos diferencias: divisiones conceptuales como el clasismo, el género, el antropocentrismo occidental que genera una serie de relaciones extremadamente separatistas.

C: Surgen otras posturas, como el animalismo. 

Ch: Claro.

C: Mencionaste un "aquí". ¿Se trata de Puebla o de todo México?

Ch: Claro que México, pero yo soy de Puebla, es mi ciudad, y a pesar de lo que se diga sobre Barcelona, aquí encuentro más manifestaciones para la indagación y la curiosidad, para cuestionarse sobre las diferencias de los roles de género. Además, como mexicana, resulta muy importante el comprender y trasformar la cultura en la cabeza de las personas, los "chips" que ya traemos pero que podemos trasformar en algo completamente distinto sin dejar de ser mexicanos. También está el mito del eurocentrismo. De entrada, darse cuenta de que no son lo máximo. Y la forma en que ven lo de fuera, las etiquetas: mexicanos, sudacas, chinos (a ellos los desprecian muchísimo), la idea de que Estados Unidos es América, y no es así. Sí, Barcelona es una ciudad súper multicultural, pero no se han sacudido los prejuicios, el racismo, y los medios no facilitan las cosas, pues miran a México con una lente expandida y morbosa, todo es amarillismo, como si todo lo que aquí pasara fuera malo, violento, es terrible. Por ejemplo, varios compañeros mexicanos con los que interactué se llenaban la boca diciendo "ya estamos aquí, estamos del otro lado, en Europa, donde todo lo mejor pasa, somos los mejores" y todo eso; considero que su posición es muy limitada, pues pareciera que hay una necesidad de escapar de México, que ésa es la meta. ¿Pero y el principio de identidad? Aquí naciste, mas hay una tendencia demasiado común a renegar, cuando lo que hay que hacer es proponer y actuar. 

C: ¿Y las soluciones?

Ch: Estamos aquí para lograr un cambio de pensamiento histórico que recree el presente.


C: Con un proyecto claro.

Ch: Sin duda. 

C: Entonces, lo que nos dices es que, respecto de lo que piensan y hacen allá, generaste una comprensión, pero crítica, lo que te evitó caer en el ensueño y volver para actuar.

Ch: Sí.

                Llega suavemente un silencio cómodo que nos da tiempo para darle un trago a nuestras cervezas y encender otro par de cigarros. Chispillatrónik sonríe casi siempre, es muy amable.

C: Qué más nos quieres contar acerca de tu estadía en España?

Ch: Conocí gente maravillosa. Era la única mexicana del grupo, había un par de estudiantes chinas, pero a mí me escuchaban y a ellas no, siempre menospreciándolas, aun cuando eran excelentes estudiantes y creadoras. Hice muchas cosas. Hay que reconocer que en Barcelona hay un gran avance en teorías, ideas y hasta prácticas, pero les hace falta cuestionar más el colonialismo. Algo muy importante para mis intereses de hoy fue el trabajo que en Madrid hice con un amigo gay, travesti, unos "Shows en Chueca" maravillosos en los que interviniendo, haciendo performance poníamos en crisis todo el tema sexual desde los roles de género.

C: ¿Y la tesis?

Gilles Deleuze, tal vez pensando en fractales
y constelaciones
Ch: Tiene que ver con una imagen del mundo, ¡puesta frente a los niños!, que promueve las divisiones: de clase, laboral, de género, racial, ¡y cuántos problemas trae! Es evidente en las etiquetas, como naco, fresa... Mi onda, en general, está muy influenciada por la propuesta de Deleuze de un cuerpo sin órganos: desaparecer el cuerpo para hacer aparecer algo mejor, la persona auténtica, expansiva, libre de roles. Se trata de explorar, del pensamiento y la acción, de las relaciones con la gente, todo en uno.

Alicia ya no


               

             La pieza que Chispillatrónik nos compartió en el II Festival de Videoarte Mutoscopio es altamente "desencajadora", el espectador se ve problematizado y debe participar. 

               La síntesis: En el corredor, casi todo de blanco, del primer piso de una casa (la casa de Chipillatrónik), vemos a dos mujeres (¿será la misma?) vestidas de negro y con los rostros cubiertos: una lleva una máscara de tela negra con orejas como de ratón, la otra tiene puestas en la cabeza unas medias de color claro; el video está todo en blanco y negro. Ambas, a veces juntas, a veces por separado, interactúan con el espacio y con objetos para la limpieza del hogar (trapeador, jerga), una silla y hasta un gato negro. En cada una de las escenas, las vemos utilizando estos objetos de maneras diversas: el trapeador como un remo o como una especie de bastón, la jerga vuela de un lado a otro y cumple a veces sí, otras no, con su función de limpiar el suelo y las paredes. De una de las puertas se asoma de vez en cuando una de ellas como si estuviera al acecho en un lugar tal vez ajeno. Ellas mismas, con sus cuerpos, se arrastran por las paredes y por el piso, cumpliendo inusitadamente la función de trapo, de trapeador o jerga limpiando las superficies, hasta que la de la máscara negra, de repente, con absoluta calma, se sienta en una silla y sube los pies al barandal que da a las escaleras, como descansando o de plano rebelándose; un gato se asoma, mira esos pies sobre el barandal con curiosidad o extrañeza, y se va aparentemente confundido. Al final, ambas mujeres, sentadas una frente a la otra, en posición derecha, más que tensa, estatuaria, permanecen frente a la ventana del fondo del corredor.


C: Háblanos sobre Alicia ya no.

Ch: Es sobre la exploración del espacio doméstico. Busqué cuestionar el rol femenino desde el cuerpo, el espacio, los objetos y hasta ese habitante que es mi gato (que se metió, como siempre, sin que lo planeáramos, jaja). El video está basado en ideas de Teresa de Lauretis, feminista, quien realiza teoría sobre género; nos dice que el cuerpo de la mujer no es la imagen de placer ni el rol servicial que se ha construido para el hombre. También está basado en talleres que realicé en Barcelona, Talleres de Deriva, en los que se van derivando uno tras otro, como en cadena, instrumentos que representan el rol femenino para que, consciente de ellos como tales, la mujer se desmarque, para que sea un no-cuerpo que se hace presente -vemos más que nunca el carácter reconcentrado de la chispa.

C: Es una forma de mapa semántico.

Ch: Exacto -sonríe emocionada-.Buscamos una realidad más allá de lo edipizante siconalítico. En una ocasión se incluyó la danza de una mujer que resignificaba espacios y cosas en relación con lo humano, en cuanto conceptos.

C: ¿Y el nombre?

Teresa de Lauretis, tal vez cuestionando el lugar, su lugar en el lugar,
los objetos. 

Ch: Viene también de un texto de Teresa de Lauretis sobre este cuestionamiento e indagación de lo femenino: su cuerpo, los espacios y los objetos.

C: ¿Qué nos dices sobre la propuesta formal de la pieza?

Ch: La idea de la impersonalización se vincula con el cuerpo sin órganos, como en un videoperformance que hice sobre "mujeres sin útero" que no queremos ser madres. En cuanto a la brevedad, pues sí, he hecho trabajos más largos, muy largos, pero me enfoco en este formato porque deseo decir cosas potentes en muy poco tiempo: vivimos en un tiempo súper intenso en el que nos enfrentamos a demasiado déficit de atención, por lo que debemos explorar formatos muy ágiles.

C: Me llamó la atención que los cortes son muy evidentes, que se difuminan lentamente y que hacen sentir una falta de fluidez entre escenas.

El artificio cinematográfico

Ch: Claro, todo tuvo ese objetivo. El hecho de que fuera en blanco y negro, la selección de campos, las transiciones tienen la finalidad de que se note que es un montaje, de que se perciba su artificialidad, esa falta de fluidez que mencionas está relacionada con la intención de una secuencia áspera, deseo que la gente perciba los conceptos con más fuerza y que esté consciente, a nivel conceptual, de que está frente a un artificio, que tenga una conciencia fuera de campo.

C: ¿Por qué?

Ch: La sociedad está demasiado acostumbrada a un alfabetismo visual heredado, construido mediante productos entretenidos que buscan darle todo masticado y digerido al público, narrativa y formalmente, pero yo busco una artecepción pragmática: en lugar de tratar de saber "qué nos quiso decir el autor", mejor preguntemos: ¿qué te dice a ti? 

C: Es como un Aleph.

Ch: ¡Sí! Es una apertura para la personalización semántica.

Una vez, Borges soñó con un Aleph, y escribió arte. The Aleph,
por mario837, en DeviantArt.
http://mario837.deviantart.com/art/The-Aleph-292443762
C: Una polisemia, la polisemia del arte.

Ch: ¡Sí! Desalfabetizar visualmente para provocar, en cambio, una curiosidad estética.

C: ¿Qué buscas con tus creaciones?

Ch: Una puesta en común del arte -la Chispa se erige con madurez-. Es que me estresa que se ha olvidado al público, los artistas de repente ya sólo producen para el circulito en el que se instalan. Pero estamos en una época histórica inédita, las nuevas tecnologías nos están abriendo chances que hay que aprovechar, digo, desde hace unos diez o quince años las cosas han cambiado radicalmente, vivimos en un mundo nuevo y a veces hasta vertiginoso.

C: ¿Para cerrar?
Net Art

Ch: Bueno, pues eso, las nuevas tecnologías han cambiado los papeles de recepción y su incidencia, han vuelto a todos más y más participativos. También lo he visto en mi trabajo como DJ, jaja, porque soy DJ también, en la música, que es súper importante. Trabajo con pocos instrumentos, géneros nuevos, propuestas estéticas, y no copio, indago.

C: Pues bueno, Chispillatrónik, quisiera hablar milochomil horas contigo, pero es tiempo de que cerremos la entrevista. Tal vez la próxima sea sobre esta nueva tendencia que la gente tiene a aficionarse al cine y a las series (ya no sólo televisivas, pues casi todos las vemos en Internet), las causas y consecuencias de esto.

Ch: Sí, es muy interesante, los gringos son muy hábiles para hacer eso, para generar narrativas audiovisuales sin asperezas, diluyendo las fronteras entre la realidad y la ficción, por eso nos tienen tan metidos en esas historias, jaja.

C: Tienen un discurso cultural muy claro, lo han construido y lo siguen desarrollando de manera muy hábil.

Ch: Sí, yo también soy fan de varias series -ambos nos reímos.

 

               En el espacio cultural "El venado y el zanate", la fiesta sigue, los amigos y alumnos ya quieren hablar con Chispillatrónik y yo, cortesmente, me despido, ella, efusiva y alegre, luminosa (aunque le gusta tanto vestir de negro), se despide de mí con beso, abrazo y toda la cosa, y nos prometemos estar contacto, tal vez hacer un podcast juntos o algo parecido. Antes de que me vaya, me dice que aprendió mucho, le digo que yo también, y al natural resulta que ya tengo una nueva amiga. Voy por una cerveza a la barra y estoy muy de buenas.



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